Me llama el director de comunicación
social del ayuntamiento de Córdoba, para preguntar sobre el éxito o fracaso de
la reunión con Obras Públicas. Le comento que detectamos que hay un problema de
comunicación social en el ayuntamiento, además de algunos detalles tanto buenos
como malos que hubo en la reunión sobre el caminatorio. Le explico esto, porque él fue el promotor
de la reunión.
Reflexiono, y decido sugerirle que
organice reuniones con distintos grupos de la sociedad cordobesa. Lo hago con
la esperanza de que más personas conozcan el proyecto, comenten lo bueno y
sugieran correcciones a lo malo. Mi
opinión no es la única. Córdoba debe opinar.
Incluso le doy el teléfono del presidente de mi club rotario para que le
solicite una reunión con los socios. Le sugiero que el síndico promueva una con
su propio club rotario, y me comprometo a conseguirle los datos del presidente
del otro club. Me confirma que ya
platicaron con Canaco y Canacintra al respecto. Honestamente espero que tengan muchas
reuniones informativas, no para promover al director de obras públicas como el
próximo candidato sino para la ciudadanía opine, y salga el mejor proyecto de
esto que ya está aprobado, pero que todavía puede tener modificaciones
positivas para la ciudad. Es mi
aportación por el bien de la ciudad.
Me reúno al día siguiente con un amigo que
observa con detenimiento el quehacer del ayuntamiento. Me comenta que le preocupa la reacción ante
las críticas, pues ahora los directores de área ya no quieren conceder
entrevistas, y todo lo quieren canalizar vía comunicación social. Me comenta que es natural, ante tanta
tontería que han declarado algunos, contestando lo primero que se les ocurre
sin estar informados, y luego el resto de los funcionarios tratan de proteger
al que metió la pata, en lugar de enmendarle la plana.
Le digo que salí de la reunión con obras
públicas esperanzado, pues vi que a pesar de todo hay cierto rumbo en los
proyectos de esa área. Y me insiste en
que en su opinión, el problema principal es que el presidente municipal no
quiere ejercer como cabeza del ejecutivo.
Le digo que no me hable del pentágono,
esas cinco cabezas que gobiernan el ayuntamiento, pero cada quien por su lado…
Y me dice desconocer el asunto. Me comenta
de algunos empleados que actúan como si fueran ellos el presidente
municipal. Afirma que hay varias
cabezas, pero no que piensan de manera conjunta, ni que toman las decisiones de
común acuerdo, sino como si fuera una cruz a la que en cada extremo esté atado
un buey, y jalando en su dirección, (perdón por el comparativo, pero así me lo
plantearon), por lo cual el que tiene más fuerza, avanza unos centímetros en su
dirección, pero en realidad se pierde mucha energía y recursos porque cada
quien quiere jalar para su lado, en lugar de jalar todos para el mismo lado.
Esta visión, muy parecida al asunto del
pentágono, en el que hay cinco grupos que quieren gobernar, cada uno con su
propio interés, me preocupa, pues prefiero que le vaya bien al ayuntamiento a
que le vaya mal, ya que si le va bien, le irá bien también a Córdoba.
En la plática, analizamos también lo que
hace la oposición. Me comenta que el PRI tiene como líder a Mirna Puertos entre
los miembros del cabildo. Que es la más hábil, pero que no hay cohesión entre
ellos. Incluso acusa de traidor a uno de los ediles rojos, pues afirma que ha
votado a favor de ciertos asuntos, cuando todos los de su grupo han votado en
contra. Y allí entramos de lleno a las
intrigas palaciegas, pues no sólo se trata de los grupos de poder del PAN, sino
también de grupos de poder del PRI, y de intereses diversos.
Criticamos abiertamente al PRI, por su
falta de capacidad para aprovechar los desaciertos iniciales de un ayuntamiento
de otro partido. Comentamos la falta de operadores políticos pues con todo y
sus divisiones, el PAN les ha comido el mandado en todos los enfrentamientos
que han tenido. Ya sería tiempo de que
los posibles candidatos del PRI comenzaran a operar en beneficio de la ciudad,
y sólo se ven algunas bromas de mal gusto (aspirantes sin esperanza de ser
candidatos). La ciudad se ve abandonada
de capacidad política, tanto del PAN, como del PRI.
Muy delicado el asunto de haber dejado sin
atender las denuncias presentadas el trienio pasado en contra de los invasores
de la zona de la USBI, creando la oportunidad para que se ampararan, pues a fin
de cuentas, todo apunta a un compromiso de campaña del PAN, a cumplirse con la
creación de un nuevo asentamiento irregular.
Pero no vemos a ningún priísta denunciando a las autoridades ni por
omisión, ni por incumplimiento de un deber legal. Y a los ciudadanos no nos interesa llegar a
esos extremos, ni ganamos nada.
Valiosa la participación del voto duro del
PAN, que defiende lo indefendible, aún con una retórica primitiva, pero
efectiva a fin de cuentas, si no por argumentos, cuando menos por la cantidad.
Mientras que el PRI parece acotado y limitado en su capacidad de reacción. Lo
cual demuestra mejor adoctrinamiento (yo lo llamaría lavado de cerebro) entre
los azules.
Comparamos con el trienio anterior, en el
cual, aún la oposición estaba controlada por el alcalde, y se veía orden, a
pesar de los resultados insuficientes conforme a la expectativa ciudadana, con
el trienio actual con un alcalde laxo en su control, pero con un carisma que lo
mantiene en buen nivel de aceptación, aún cuando parte del día se la pase
¨abrazando viejitas¨.
Por último discutimos sobre lo legal o no
de la petición del regidor sexto de participar en el comité de adquisiciones…
Comenté que podría obtener su lugar si se decidiera a ello, pero que no hay
mucho interés por parte del regidor. Y por otro lado, el grave error que comete
el ayuntamiento al impedirlo, pues políticamente sería mucho mejor tenerlo en
el comité, aunque no pudiera ser miembro, pero cuando menos como observador.
Así se ha hecho en otros trienios, dónde los regidores de oposición le daban
certeza a los ciudadanos al participar en dicho comité, aprovechando la
libertad que tienen los municipios… Pero como contraloría ya dijo no, ahora la
tienen que apoyar, a pesar del costo político que eso represente. Bueno llegamos a comentar que el propio
alcalde ha tenido que pedir personalmente disculpas por alguna tontería
declarada por su personal de confianza.
Por eso ahora ya no declaran, ante su incapacidad de lidiar con una
prensa agresiva e informada.
Nos faltó tiempo para comentar a fondo la
trampa que tendió el ayuntamiento con el asunto de la vialidad paralela a la
vía del tren, realizada en el derecho de vía, y que no fue correctamente
defendida, para crear un problema político a la comuna anterior, que tan buen
resultado dio al actual ayuntamiento, y problema en el cual, la comuna anterior
no actuó con el punch que todos suponíamos, ante la conocida capacidad legal
del alcalde anterior. Es decir, con
esto confirmamos que el PRI se convirtió en un saco de golpeo para el actual
ayuntamiento, sin meter las manos con suficiente energía.
Las estrategias han sido muy pedestres, y
sin embargo al no tener oposición han tenido buenos resultados. Salvo el control del comité directivo
municipal del PAN, que sigue en duda si será propiedad de Serralde vía el
regidor Iván Hermida, o propiedad de Juan Bueno, vía Douglas Parnell, aunque
todo parece indicar que será Iván el vencedor.
Y con ello, representará la principal fuerza opositora dentro del propio
cabildo, ante la debilidad demostrada por los regidores rojos, que no han
sabido aprovechar el pleito interno entre Serralde y Juan Bueno, para obtener
mejores resultados para su partido.
Mientras tanto, auguramos que el
caminatorio puede convertirse en el home run del cuatrienio, o en el titánic de
la próxima elección para diputado federal, según como lo manejen, y según que
tan rápido los inversionistas que serán beneficiados, construyen sus
estacionamientos subterráneos o de varios pisos, y las molestias que le generen
a una cantidad considerable de ciudadanos.
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