Estimado Fortín, te escribo con el fin de
felicitarte por dos razones básicas. La
primera es tu tercer lugar en el ranking nacional de ciudades consideradas las
más corruptas del país, ranking logrado no por la administración actual (Ni
modo Armel, este logro no es tuyo), sino por la administración municipal
anterior. Y en segundo lugar por tener
funcionarios públicos como Agustín García, de los pocos que se atreven a decir
la verdad a sus ciudadanos.
En cuanto a la corrupción, hoy estás
pagando las consecuencias de obras mal hechas como el boulevard Córdoba-Fortín,
y muchas más, o como el panteón municipal que ni siquiera se llevó a cabo. Así
entre obras realizadas con el mínimo de material y obras no realizadas, le
dejaste a la administración actual un presupuesto raquítico, tan pobre estás
que no tu presidente municipal prácticamente no puede hacer nada, y no ha
encontrado el camino para bajar recursos federales.
Vaya, hasta petróleos mexicanos, que te
donaba AC20, con el que se hacen maravillas en repavimentación asfáltica ha
dejado de hacerlo, ante el flagrante robo que se llevó a cabo en la
administración anterior de las toneladas donadas.
Te felicito también porque el Arq. Agustín
García (quien es mi amigo) ha sido tremendamente honesto, al grado de explicar
a la ciudadanía cosas que normalmente un funcionario público no dice, pero en
este caso, las dijo, seguramente porque su corazón le indica que hay que
decirlo, y porque ya debe de estar harto de cargar con culpas ajenas.
Las declaraciones que realizó en cuanto al
panteón, al boulevard, al AC20 y otras más que los medios de comunicación
dejaron de lado, implican que la actual administración municipal está al tanto
de todos y cada uno de los desfalcos y robos que realizó la administración
anterior. Y no sólo eso, sus comentarios implican a funcionarios de primer
nivel en el estado. Soltó una bomba que
en caso de no ser atendida tendrá repercusiones en la política local, salvo que
el pueblo de Fortín sea tan apático como el de San Blas en Nayarit, y le
importe un rábano que lo hayan saqueado, que haya pruebas y que no suceda nada.
En cuanto a la función de Agustín García,
su puesto no tiene la capacidad legal para denunciar saqueos en contra del
municipio. La decisión de presentar la denuncia correspondiente, será
directamente del presidente municipal. Así que uno de los primeros damnificados
será el propio Armel Cid –buen amigo por cierto-, ya que si no toma cartas en
el asunto, quedará a ojos de la ciudadanía como cómplice, y si toma cartas en
el asunto, quienes protegen a la administración anterior, quedarán sentidos con
él.
En segundo lugar, la información de la
terrible obra en el boulevard trae jiribilla por varios ángulos. El primero, es
que Paco Portilla construyó la parte correspondiente a Córdoba con la calidad
necesaria, de ese lado no hay ningún problema. Pero del lado de Fortín se
observa la baja calidad. Y si
recordamos, quien entró al rescate de esta obra, poco antes de las elecciones
fue el en aquél entonces Secretario de Gobierno, y hoy Secretario de
Infraestructura y Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón. Otro funcionario que se ha caracterizado por
cuidar mucho su imagen, y presentarse como alguien honesto e íntegro. Hoy la ciudadanía de Fortín espera que este
funcionario de puño de hierro, que ha perseguido a los corruptos que han
realizado obras de mala calidad a nivel estatal, tome en cuenta que su nombre
está involucrado, y también actúe para que tanto las constructoras como quienes
aprobaron esta obra enfrenten las consecuencias de sus actos. Si Gerardo Buganza no interviene y no
recupera el boulevard para los fortinenses, quedará de la misma estatura que el
resto de los funcionarios involucrados, ya que él tomó cartas en el asunto, se
vio involucrado y casi gobernaba el municipio, realizando incluso reparaciones
en el propio y multicitado boulevard.
Ya basta de que llegue una administración
municipal y se adueñe de los recursos de todos los ciudadanos. Ya basta de
presidentes municipales que usen el dinero del pueblo para su beneficio y uso
personal. Ya basta de tesoreros que se gasten el dinero de los mexicanos en
putas y parrandas. Lo cual ya vimos, no
es exclusivo de los funcionarios municipales.
Como mexicanos, y sobre todo, como ciudadanos debemos exigir que las
autoridades ejerzan la función que se les encomienda, y si actúan con actos de
corrupción, que ésta no quede impune.
A fin de cuentas la máxima autoridad en el
estado es el amigo Javier Duarte, y él mismo tendrá que voltear a ver este
cachito de Veracruz, para movilizar a sus subordinados, incluyendo al
procurador de justicia del estado, el también amigo Luis Ángel Bravo, para que
el pueblo de Fortín reciba la justicia que merece, y se castigue con todo el
peso de la ley a aquéllos que nos tomaron el pelo con obras que durarían 40
años, y no duran ni dos.
Un asiduo lector me comenta que cada obra
debería de tener una placa que diga quién es el funcionario que la contrata, la
fecha de terminación de obra, y el nombre de la constructora, para que el
desmemoriado pueblo, pueda ver, en una acumulación de placas de obra, que cada
dos años le entregan la misma obra con una duración de 40 años, pagada con el
dinero del pueblo, y a los dos años, la vuelven a hacer porque quedó mal.
Los diputados locales deberían legislar
para que la responsabilidad de los funcionarios ladrones y los contratistas
ladrones no se termine en unos tres añitos, sino que perdure por diez o quince
años. Ese sería un buen logro en el combate
a los cánceres que corroen el tejido social del país. Los grandes enemigos
siguen siendo corrupción e impunidad… que por cierto ni Peña Nieto ha comenzado
a combatirlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario