La principal causa de muerte en periodos
vacacionales se debe a accidentes carreteros y la causa más frecuente,
lamentablemente, es por descuidos y negligencia de los conductores. Según
cifras de la Policía Federal los accidentes en las carreteras federales de
México se atribuyen 80% al conductor, 7% al vehículo, 9% a diversos agentes
naturales y 4% al camino.
Entre las negligencias más comunes de los
conductores al realizar su viaje por carretera se encuentran: conducir bajo los
efectos del alcohol, medicinas o estupefacientes; realizar maniobras
imprudentes y de omisión como no respetar los señalamientos viales; conducir
con exceso de velocidad lo que produce vuelcos, salidas de la carretera,
invasión del carril contrario y derrapes; la salud del conductor (ceguera,
daltonismo, sordera y otras enfermedades que afectan o disminuyen las
capacidades sicomotoras); conducir con fatiga, cansancio y sueño; la falta de mantenimiento y revisión del
automotor antes de viajar; y trasladar mayor carga de la permitida por la
Secretaría de Comunicaciones y
Transportes.
Es imperante tomar conciencia de la enorme
responsabilidad que deriva de conducir un vehículo, en el que la seguridad y
vida de nuestra familia y la de otros depende de la pericia que tengamos al
manejar, la prevención que tomemos, y el respeto a los señalamientos viales.
Por otra parte, aún cuando el porcentaje de
accidentes por las condiciones del camino es relativamente bajo, lo cierto es
que las desgracias son comunes en ciertas rúas del país y son pocas las
carreteras en condiciones óptimas o con la señalización adecuada, por ejemplo,
a pesar de que la autopista México - Veracruz (vía Orizaba) o La Tinaja - Coatzacoalcos
son de las autopistas más costosas, hemos insistido en que éstas se encuentran
en mal estado y en "continuo mantenimiento" carente de señalización
moderna que alerte sobre la velocidad adecuada, la sinuosidad o la distancia en la cual se presentó un
percance.
Es fundamental que todos contribuyamos a prevenir
los accidentes por carretera, respetando los señalamientos viales, como los
límites de velocidad, no rebasar con línea continua, permitir el rebase si
requerimos ir en una velocidad muy lenta, como suelen ir los camiones que transportan caña de azúcar o
vehículos que por su antiguedad no pueden, ni deben, ir a la velocidad máxima
permitida.
El gobierno sabe de la importancia de brindar mayor
seguridad y auxilio en carreteras, de ahí los operativos conjuntos en cada
periodo vacacional para que viajemos más seguros. La Policía Federal, el
Ejército, la Marina, la Cruz Roja, las direcciones de Tránsito, las policías
estatales y otros organismos, forman parte del bloque para prevenir y hacer
frente a las contingencias viales que puedan presentarse; desde aquí
nuestro reconocimiento a estas grandes
instituciones que unen sus esfuerzos para servirnos mejor y cuidar nuestro
camino.
Concluyo, reiterando el compromiso que me mueve como
servidor público por seguir brindando el apoyo para que las instituciones
tengan los elementos para que el ciudadano tenga una mayor calidad de vida, por
lo cual, desde el Senado de la República estaremos atentos a la adecuación y
aplicación de las Normas que regulan el peso y dimensiones máximas en los
autotransportes de carga y pasaje, en la iluminación y reflexión de las
unidades automotoras, así como la correcta señalización y mejores condiciones
de nuestras carreteras.
Antes de cerrar este espacio, ofrezco disculpas por
un error en la redacción del artículo de la semana pasada, pues al referirme al
Consejero Presidente del IVAI, José Luis Bueno Bello, erróneamente escribí José
Luis Bueno Tello.
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